Último post del año, como no, pesándome (82.3 kilates), haciéndome una foto-checking en el espejo y, en esta ocasión, me apetecía abrirme un poco ante vosotros y comentaros (de la manera más breve posible) el balance de lo que ha sido este 2021 para mí.
Empecé el año bastante regular con el ingreso urgente de mi padre por una complicación intestinal y su posterior contagio del bichillo dentro del hospital, del que tanto le costó salir. También fue un poco jodido para mí no solo por mi estado delicado de mi padre, sino también por mi crisis existencial (no conseguía trabajo de lo que estudié), lo único que hacía era entrenar calistenia y comer lo mejor posible para mantenerme sano físicamente, y hacer cursos online, lectura y relacionarme con los pocos amigos que tenía (y tengo) para mantenerme lo mejor anímica y mentalmente posible. Y ya cuando mi padre estaba por fin mejor de su larga estancia hospitalaria, y que yo ya más o menos empezaba a organizarme un plan para mi futuro, mi pareja de 7 años me deja a mediados de mayo, sin motivos que yo los considerase sólidos, sino más bien excusas típicas de una chiquilla de 15 años. Eso sí, a pesar de dejarme, no quería dejar de saber de mí. Más tarde, me entero que era porque estaba conociendo a otra persona. Mazazo durísimo, pero acabé bloqueándola de todos los sitios y haciendo contacto cero. En fin, que salía de algún problema y me metían en otro. Vaya putada, me decía.
Y luego llega septiembre, el mes clave, el mes de las incertidumbres, el mes que me ha cambiado radicalmente todo: mi mudanza a Madrid. No os lo voy a negar, no sabía dónde me estaba metiendo, si me iba a gustar el máster, si el dinero invertido iba a obtener mis frutos o si, de lo contrario, iba a ser una pérdida. Pero ha sido la mejor decisión sin duda. Estoy estudiando algo que de verdad me encanta, estoy conociendo gente nueva e incluso saco tiempo para poder dedicarle a mis entrenamientos. Además, si todo va bien, en febrero comenzaré unas prácticas de empresa, justo después de los exámenes, las cuales espero que me ayuden a continuar con mi carrera profesional.
Lo que esperaba que fuera a ser un año de mierda, inesperadamente ha ido a muchísimo mejor. Con esto quiero deciros que, pase lo que pase, no os rindáis NUNCA. Siempre habrá tempestad después de la tormenta y que quien no arriesga, nunca podrá ganar, el NO ya lo tienes, hay que intentar ir a por el SÍ.
Bueno, no me quiero extender más. Simplemente desearos a toda la comunidad una feliz entrada de año y que este 2022 va a ser nuestro! Un fuerte abrazo a todos.